domingo, 8 de junio de 2014

Hacía tiempo que no me sentía así de vacía.

Llega la noche y crees ser fuerte, pero te das cuenta de que no lo eres, de que algunas tonterías te pueden derrumbar en cuestión de segundos, como no tener unas buenas noches en condiciones. Te das cuenta de que ya nada es lo que era y que se fue para siempre, ahora lo único que me queda de ti es la espina que tengo clavada, que cada noche me hace recordarte. Te das cuenta que lo que un día te hizo feliz, ahora te hace llorar, ya nada es lo que era, y de repente, empece a echarte de menos. Volví al pasado y empecé a recordar cada minuto que viví a tu lado, cada momento, cada sonrisa. Y me perdí. Sí, me perdí en esas lágrimas que cayeron de mis ojos y no pude evitar. Sentí un enorme vacío dentro, una necesidad de tenerte cerca, a mi lado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario