sábado, 14 de febrero de 2015

Todo lo que tenía que decirte.

¿Sabes? Por desgracia sé que tu vida sin mí es exactamente la misma que conmigo, porque nunca te llegué a importar hasta el punto de sentir que te faltaba, pero joder, yo sí, yo sí noto que tú no estás, que me despierto sin tus buenos días y me acuesto sin tus buenas noches, yo sí que noto que me faltan tus te quiero, tus palabras de fuerza, pero supongo que esto es así, quién más quiere termina perdiendo, y yo he perdido. Soy una más, alguien que ya no sabe ni que camino escoger porque está perdida, perdida gracias a ti, y es que no recuerdo como era mi vida antes de ti, no sé realmente en que momento perdí, o me perdí, como tú quieras decirlo. Sólo sé que no encuentro camino que me guste, y que ninguno de esos abrazos son como los tuyos, que nadie me da la seguridad que necesito para quedarme a su lado, y es realmente el único camino por el que quiero ir es el tuyo, pero ya no tiene sentido, supongo que es hora de abandonar realmente, de desaparecer totalmente de tu vida, de borrarte de la mía, de saber que no es fácil, pero que tengo que poner ganas en ello, que tengo que recordar menos las palabras y más los hechos que demostraron que para ti ya no era nada, y creo que no sabes cuanto duele, claro que no, y posiblemente tampoco lo sabrás pero te aseguro que a kilómetros he podido llegar a quererte más que nadie que haya podido tocarte, te aseguro que a kilómetros te he sentido a escasos centímetros de mí, y aunque hay gente que dice que es normal, yo creo que no lo es, quizás pienses que estoy loca, o que se me ha perdido algo, pero lo único que he perdido es a ti, y bueno también a mí misma, y es que ya no sé qué sentido tiene todo esto, no sé, creo que realmente estoy perdida, que he tocado fondo, que no me entiendo ni yo misma, que nadie es capaz de comprender que grito en silencio todo lo que quise decirte aquella vez, y sé que quizás no terminé de la mejor manera. No sabes lo que es sentir que no eres nada en la vida de alguien, no sabes lo que es sentir que nada es como antes, que se te pare el pecho, o que de repente se ponga a latir a mil, creo que no sabes lo que es perder a un trocito de ti, no tienes ni idea lo que duele quedarse despierta hasta las tantas pensando en lo que podría haber pasado si nunca hubiese decidido poner un fin, pero te repito que no sabes lo que duele ver que no era nada en la vida de alguien, ya no en la de alguien, porque no hablo de un cualquiera, hablo de ver como sobras en la vida de la persona que te ha hecho volver a vivir esta, que te ha hecho ser feliz cuando nadie era capaz de conseguirlo. Notas como todo se apaga poco a poco, como la otra persona se aleja y tú te quedas ahí, queriendo gritar pero no puedes, no te salen las palabras y eso es lo que me pasó exactamente a mí contigo, quise gritar tantas cosas, que no me salió nada, y te pedí que te fueras porque realmente alguien con tanto miedo, y tan insegura nunca podría hacerte feliz, ni a ti, ni a nadie, y realmente no me quejo, quizás sea mejor estar sola, sin tener que poner una excusa para llorar, o para gritar, o quizás a veces lo mejor sea renunciar a todo y a todos.
Y no te voy a mentir, nunca lo he hecho y tú bien lo sabes, tú eres de las pocas personas que han sabido mi estado de ánimo, pero el verdadero, y no, no estoy bien, las cosas no son fáciles sin ti, un día estoy arriba pensando que ya te he olvidado, y de repente me doy cuenta de que no, de que vuelvo a estar abajo, de que no se puede olvidar a alguien que ha marcado tanto, no al menos en 5 minutos, ni en 10 horas, ni en 20 días. No estoy bien, pero realmente tampoco estoy mal, poco a poco me acostumbro a que no estés, supongo que un día será mucho más llevadero de lo que es ahora, y entonces dejaré de escribir por ti, y empezaré a escribir por mí, o por otro, aunque realmente creo que sería totalmente imposible escribir por otra persona que no seas tú, y es que tú eres el que inspira toda esta mierda, mierda como aquello a lo que llamábamos relación, y es que tal vez nunca tuvimos que ponerle ese nombre, ni siquiera debimos pensar que eramos nosotros aunque sí, fue así, lo pensamos, siempre un tú y un yo, pero así, tal cual, por separado. Supongo que lo que más me duele de todo esto, no es que todo haya terminado, sino que ellos tenían razón, que no me has querido ni siquiera un poquito, que todos nuestros planes de futuro, no eran más que absurdos sueños de esta estúpida, que aquellas palabras de tranquilidad eran como si me quisieras gritar que me callase ya, que habías tenido demasiado por hoy, que te habías cansado de escucharme. Creo que pasará mucho tiempo hasta que se me deje de erizar la piel al escuchar tu voz, o que los ojos se me inunden, o que se me vaya el nudo de la garganta, y es que he visto como me quedaba paralizada al escuchar a alguien gritar ese nombre de 5 letras que tengo en la mente durante todo el puto día, tu nombre.
Sólo me queda decirte que me has destruido por completo, que te has llevado mis ganas de todo, que no sé qué sentido tiene seguir así, ni siquiera sé de que me vale escribirte pensando que quizás algún día me leas y te des cuenta de todo el daño que me has hecho, pero si no lo haces, me da igual, no estoy para darte pena, estoy aquí para contarte la realidad de una mentira, aquella en la que me hiciste vivir durante casi un año, y te felicito, eres un actor de primera, tan sumamente bueno que hasta la persona más lista sería incapaz de darse cuenta de que la estás mintiendo, y mira que yo me consideraba lista, hasta que tú llegaste, hasta que hiciste que me volviese jodidamente tonta, enamorándome de un tonto. Decirte que ojalá nunca te hubiese dado el maldito poder de destruirme, que ojalá nunca hubiese confiado en que no lo utilizarías en mi contra, y es que lo has hecho, lo has utilizado, enhorabuena, has destruido a alguien que por cada puto kilómetro que os separaba te quería el doble de lo que ya hacía al día anterior, por suerte yo no soy como tú y te deseo lo mejor en esta vida, que sonrías, y que te hagan poco daño, o mejor ninguno, que yo no seré feliz pero quiero que tú lo seas, quiero que entiendas que yo jamás te habría destruido, y que aunque no quiera saber nada más de ti, si algún día por alguna casualidad te faltan fuerzas para algo, aunque yo tenga pocas, te prometo que te las daría todas.