martes, 17 de junio de 2014

Alguien mejor vendrá a mi vida.

Aún no me atrevo a decirte en voz alta que se acabó, para luego cualquier día verte por ahí con alguien más que no sea yo, y volver a derrumbarme. No puedes hacerme esto, no puedes aparecer y desaparecer. Ahora, es cuando estoy preparada para estar sin ti, para siempre, soy capaz de hacerme a la idea de que ya no vas a volver a estar en mi vida y vivir con ello. He llorado hasta que me ha dolido el corazón, y ahora, ya me da igual, de verdad que me da igual, pero lo que no quiero es tenerte un instante, aferrarme a ti y que al día siguiente ya no estés, y al siguiente sigas sin estar, y al siguiente tampoco y al siguiente, tal vez, vuelva a tenerte. No me compensa, tú no me compensas. Si quieres quedarte, quédate, sabes que en el fondo es lo que más quiero; pero si no quieres hacerlo, vete ya y hazlo rápido, no quiero que me duela más de lo que ya me ha dolido todo este tiempo. Arráncate de golpe de mí, no quiero que tu ausencia me duela más que tu presencia, quiero un contigo o un sin ti, pero no lo que hay entremedio. ¿Sabes? Tenía miedo de que esto terminara, pero he comprendido que dejarte ir no significa darme por vencida, sino aceptar que hay cosas que simplemente no pueden ser. En nuestro caso, no pudo ser desde el principio. Ya sólo me queda el recuerdo de lo que tuvimos y la verdad, es que me gusta pensar que todo, absolutamente todo, ocurre por alguna razón, que no existe las casualidades. Si no eres para mí, es porque alguien mejor vendrá, y se quedará para hacerme feliz, como tú nunca supiste hacer. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario