martes, 29 de julio de 2014

Hablan de respetar y es lo primero que no hacen.

 Dime, ¿cómo van a quererte los demás si ni siquiera te quieres tú? ¿cómo van a respetarte si ni siquiera tú misma te respetas? ¿cómo van a aceptarte si ni tú eres capaz de hacerlo? Chica, que el mundo puede hablar, pero al fin y al cabo la que va a estar siempre contigo eres tú. A mí no me parece bonito tener un hueco entre las piernas, o estar tan delgada que se te noten los huesos, no me parece que un cuerpo bonito sea aquel que consigas odiándote, odiando todas tus imperfecciones. Me parece que cada persona tiene su encanto y que nuestros defectos son los que nos hacen diferentes, qué aburrido sería la vida si todos fuésemos iguales. Y es que estoy tan segura de que un día te cansarás de no valorarte, porque llegará una persona que amará cada uno de tus defectos, y te hará sentir bien porque te querrá, sí, te querrá aunque no seas la más guapa, o la más delgada. Te querrá porque eres tú, alguien diferente a todo lo demás que conocía. Que no hay nada más importante que saber valorarse, aceptar que la perfección no existe, por muchas vueltas que le demos. Y es triste, porque la mayoría de las personas que conozco viven acomplejadas, sin entender que lo bonito de la vida es disfrutarla y no preocuparse del qué dirán. 

martes, 22 de julio de 2014

Capaz de quitarte el aire.

Y de repente descubrió que ella era eso, un vacío, un suspiro, una canción, un párrafo, un acorde, una palabra; era algo en medio de todo aquello, algo que no puedes describir con palabras, algo que tienes que sentir para entender lo que es. Era la calle más bonita de Sevilla, en la que podías perderte para encontrarte, porque muchos hablan de Madrid, y es cierto, es preciosa, pero esa belleza no era nada comparada con la suya. Amores de invierno, amores de verano, amores para toda la vida o para un rato, para olvidar lo malo y amar poco a poco. Querer con los ojos, porque con el corazón es más complicado, y acabar loco de tanto amor. Y me da igual la gente, el tiempo, los comentarios o los prejuicios, no me quiero privar del sencillo placer de quererte. Hay que saber apreciar los pequeños detalles, el tiempo, la vida. Y he de decir algo, todo lo que dejamos atrás, y todo lo que nos queda por vivir, no es nada comparado con todo lo que llevamos dentro. Hay que saber apreciar el amor y sus consecuencias, las sonrisas, las tardes de verano o las noches de invierno. Pero ojalá hubiese sabido apreciarte, porque ahora sólo sé escribir de tu recuerdo, y no a ti, porque a ti hace tiempo que te perdí. Sólo quiero estar bien, aunque hace tiempo que no lo estoy del todo, exactamente desde que te diste media vuelta y te fuiste. Estamos tan lejos y a la vez tan cerca, como Enero y Diciembre. Siento si no me entiendes, siento si grito demasiado alto que estoy enamorado, pero no me sale de otra forma.

viernes, 18 de julio de 2014

Todos tus esfuerzos por alejarme de ti fracasarán.

Si me fijara en tu mirada, estoy segura de que encontraría el por qué de tantas cosas... Sé que si te mirara fijamente a los ojos, dejando que mis pupilas atravesasen las tuyas, llegaría a leerte el pensamiento. No es difícil, tú tan sólo mírame, deja que te mire, deja que mi mirada refleje en tu sonrisa las ganas que tengo de besarte. Me basta con una mirada, una mirada sincera que me prometa que no me vas a dejar ir. Quiero que me dejes observarte, sólo guarda silencio por un momento y déjame mirarte, de arriba a abajo. Recorrer cada centímetro de tu cuerpo con mis ojos, ya adictos a ti. Me sobra con que cuando sonrías, tus ojos dejen de estar tristes. Dicen que si miras a alguien fijamente a los ojos durante un rato, surge una chispa, esa de las que tantos hablan. Algunos lo llaman amor, otros sólo ganas de ti, ganas de reducir los centímetros de distancia a besos. Es simple, concédeme cinco minutos para demostrarte que querrás seis, deja que mis ojos se fijen en ti, deja que mi mirada clavada en la tuya, produzca un escalofrío poco a poco por tu espalda. Es demasiado fácil encontrar un sentimiento en una mirada, con solamente una, porque en realidad, tu sonrisa engaña, pero tus ojos no. 

domingo, 13 de julio de 2014

Éramos, quizás seremos.

Que la distancia no es para tanto, lo importante no es el camino, sino el destino. Que es mejor dar pasos pequeños a pasos grandes, porque nunca sabes cómo será el terreno. He conocido a más personas que se han arrepentido de no intentarlo, que personas que han perdido intentándolo. Porque el amor, es todo o nada a la vez, es querer a alguien por encima de tus posibilidades, pero aún así pensar que vale la pena. El amor es una eternidad de días limitados, son sonrisas sin destino, pero sí con remitente; son pequeños detalles y grandes diferencias. Que la vida no tiene por qué ser perfecta, pero en cambio, que el amor sí lo sea. Y soy de las primeras personas que sabe que no todo es fácil, pero jamás deberíamos cansarnos de amar, de amar a alguien más que a nada en el mundo. Somos demasiado jóvenes para no creer en las segundas oportunidades, en los amores de verano, o en las canciones que acaban siendo la banda sonora de nuestra vida. Somos demasiados jóvenes para no creer en el amor, para no querer enamorarnos. Después de todo esto, queda claro que vivir es avanzar, no dejar que el pasado nos consuma, porque las personas que no llegaron a nuestro presente, no merecen ser parte de nuestro futuro. Nadie murió por amar; Romeo y Julieta murieron por amor. Estoy totalmente segura de que si alguien quiere estar en nuestra vida, hará lo imposible por formar parte de ella, y es que a veces lo que sentimos no es lo mismo que demostramos. Para muchos el cielo se puede tocar con las puntas de los dedos, para otros es inalcanzable, bueno, yo sólo digo que con la persona indicada las cosas se ven de otra manera. Vivir es hacerse fuerte, saber sonreír frente a esa persona que alguna vez te hizo llorar. 


martes, 8 de julio de 2014

1.568,2 km.

Los kilómetros son sólo números cuando hablo de ella. Ya ha pasado un tiempo desde que no la tengo aquí, a mi lado, se me hace difícil. Cada día hablo con ella, le cuento como va todo por aquí, como va todo sin ella. Se me hizo totalmente imposible aguantar las lágrimas aquel día, no sé, pensar que no la volvería a ver cada mañana, que no volvería a reír a su lado, no lo quería creer. Estoy segura de que la despedida más dura que viviré nunca, ha sido esa. La gente no lo entiende, me dicen que tampoco es para tanto, que tengo más amigas y que algún día volveré a verla, pero no, no lo entienden. No es eso. Nadie sabe todo lo que ella era para mí, nadie sabe por todo lo que he pasado y lo bien que me sentía a su lado, ella me entendía, era la única. Que sí, me sobran las amigas, ¿pero ella? Ella me falta y  jode. A pesar de los putos kilómetros que nos separán, siempre puedo contar con ella para cualquier problema, ella me entiende como siempre ha hecho, a través de una pantalla, pero lo hace. Sé que ella aún me recuerda, que ha hecho nuevos amigos al igual que yo, pero que seguimos siendo las mismas de siempre y eso es lo que verdaderamente importa. Aún recuerdo el día que la conocí, jamás pensaría por aquel entonces que viviría todo lo que viví a su lado. ¿Recuerdas cuándo nos quedamos encerradas en el ascensor de tu casa durante dos horas? Si hubiera sabido que te irías, créeme que me hubiera quedado allí para siempre, sólo para poder estar a tu lado. Y lo que más feliz me hace, es saber que esto no acaba aquí, que la volveré a ver, quizás dentro de unos meses, pero la veré. A quererla no me gana nadie. Es la persona más perfecta que podáis conocer en la vida y es mi mejor amiga. Que me da igual los kilómetros que nos puedan separar, yo la recuerdo cada día con una sonrisa, porque sé que detrás de tantos kilómetros hay una persona que me quiere. Y es que no encuentro las palabras perfectas para describir lo que ha sido mi vida a su lado, solamente decir que repetiría cada puto segundo, incluso todas esas peleas que me hacían sentir un poco más viva, sólo porque fueron con ella. Si de verdad me hace falta alguien en mi vida, esa sólo puede ser ella. Que las verdaderas amistades no entienden de distancias. Ella siempre ha estado ahí todo los días y a cualquier hora, me faltarían vidas para agradecerle todo. No es una simple amiga, es como una hermana. Me ha visto en pijama, me ha visto recién levantada, arreglándome para salir, ha visto mi cuarto desordenado, conoce a toda mi familia y lo sabe todo de mí. ¿1.568,2 kilómetros? Nuestra amistad está por encima de ellos. Que sí, que tú estás en Canarias y yo en Sevilla, pero créeme, algún día volveremos a vernos, aunque tenga que coger un avión. Prométeme que no olvidarás nunca cada momento de risas juntas, prométeme que nuca olvidarás todo lo que tienes aquí, en Sevilla. Prométeme que nunca me olvidarás a mí, porque yo nunca lo haré de ti.  

lunes, 7 de julio de 2014

Pequeño infinito.

Vi como mi sonrisa salía corriendo detrás de ti cuando te ibas, y en vez de detenerla, la dejé pasar, porque no valía la pena seguir sonriendo sin ti. Con esto no quiero llamar tu atención, sólo que entiendas mis lágrimas y los comentarios de la gente, que entiendas esos "La has dejado destrozada", porque es la pura realidad. Y ahora me doy cuenta de que dejarte entrar en mi corazón fue un gran error, pues allí estaban mis más grandes debilidades, defectos, y tú tenías dos opciones, o irte o enamorarte de ellos. Decidiste arriesgarte, y yo creí que te importaba de verdad, hasta que me demostraste que darlo todo de golpe puede tener muchas consecuencias. Es como una carrera, si empiezas demasiado deprisa corres el riesgo de no tener fuerzas suficientes para llegar a la meta; y quizás esa fue nuestra perdición. Pero estabas enamorado de mi caos, ¿así como iba a salir bien? Aunque al final te fuiste sin mirar atrás, aunque me dejaste a mi suerte, entiendo que no quisieras formar parte de todo este desastre. Ahora sólo puedo pensar en cosas que tengan que ver contigo, tu sonrisa a milímetros de la mía, tu olor que despertaba mis sentidos, o esa canción que decidimos hacer nuestra. Tantas cosas que en poco tiempo son difíciles de olvidar, pero que al final se borran, como ese pequeño infinito de mi piel. 


martes, 1 de julio de 2014

Estaba dispuesta a perderlo todo, menos a ti.

Hace tiempo que busco las palabras exactas para explicar lo que llevo dentro, pero por mucho que lo intente, no las encuentro. Puede que sea de esas que sonríen aún estando rota, puede que diga que estoy bien aún muriendo por dentro, y puede que sólo espere un poquito de amor para curar algunas viejas cicatrices, pero no tengo experiencia, no sé qué hacer para que el amor no me la vuelva a jugar, y por mucho que quiera, no hay manera de olvidarte. Puede que tu único defecto fuese yo, o que lo que de verdad te hiciese falta es un chica que supiese aguantar tus idas y venidas, y no una que se pillara hasta más no poder de tu sonrisa. Aquí me tienes, escribiéndote una carta que quizás nunca llegue a tus manos, sólo para sentir que aún me queda un poco de ti, que aún eres un poco mío, pero engañarme no es bueno, me he dado cuenta que todo eso de las promesas y los para siempre te queda un poco grande. Que en el amor es el corazón quien manda, pero últimamente libra demasiadas batallas con la razón, y ya no sé quién sale ganando. Y aunque desde que estoy contigo no soy coherente, sé apreciar cuando ya lo he dado todo, y cuando ya no queda nada por dar.