sábado, 24 de mayo de 2014

Ya me sé el cuento de cupido y su segundo intento.

Mido la distancia que separan tus labios de los míos, mido los milímetros que impiden que tus besos sean míos. Cuento los segundos exactos que tardas en sonreír cuando te miro a los ojos, espero al momento exacto para que el calor de nuestras miradas se funda en el recuerdo. El echarte de menos no es lo que me preocupa, lo que me preocupa es el hecho de perderte, porque por muy mío que seas, por muy mío que parezcas, me asusta el hecho de que encuentres algo que me supere, alguien que te haga sonreír el doble de veces de las que yo soy capaz de hacerte sonreír. No quiero que me roben tus risas ni tus besos, no quiero que pronuncies otro nombre. La infinita distancia que no me deja decirte que te echo de menos, que te necesito. La infinita distancia que me separa de ti cuando te tengo delante, cuando te tengo cerca, la infinita distancia que se funde cada vez que me rozas, cada vez que me abrazas, cada vez que tus labios se despiden de los míos. No me pierdas en esa infinita distancia, no sé si sabría volver a encontrarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario